Por Ray Méndez
En el horizonte líquido del lujo y la sofisticación, una nueva burbuja mexicana empieza a brillar. Su nombre es Cirilo Spritz Mexicano, una creación que revoluciona la forma de disfrutar el tequila al combinarlo con la efervescencia del spritz y la elegancia de los grandes cuvées. Es el primer espumoso elaborado a partir de tequila reposado 100% agave, y su aparición marca un antes y un después en la cultura del beber nacional.
Elaborado por Tequilas del Señor, una de las casas más emblemáticas de Jalisco —fundada en 1943 y dirigida hoy por la cuarta generación—, Cirilo rinde homenaje a ocho décadas de tradición, pero con un lenguaje contemporáneo. “Enraizado en la tradición e impulsado por la innovación”, define su concepto. La destilería, pionera en los extra añejos y reconocida mundialmente por su compromiso con la sustentabilidad, apuesta ahora por un producto que conjuga herencia, modernidad y estilo de vida.
El proceso detrás de Cirilo es tan original como su espíritu: captura la efervescencia natural del tequila antes de la destilación, dando como resultado un líquido dorado con burbuja fina y persistente, textura elegante y un 11% de volumen alcohólico. En nariz y boca domina el agave, acompañado de notas de naranja amarga y uvas silvestres que evocan frescura, sofisticación y placer inmediato.
Más allá de ser una bebida, Cirilo es una experiencia sensorial. Se sirve frío, entre 6 y 8 grados, en copa flauta o coupe, bajo el ritual de “destapa y disfruta”. Su versatilidad lo hace ideal para acompañar desde mariscos, foie gras o postres delicados, hasta un buen habano. “Cirilo va bien con todo”, asegura su manifiesto de marca.
El lanzamiento, realizado en el exclusivo Club 51 de la Torre Mayor, posiciona a Cirilo dentro de la nueva ola de bebidas premium que fusionan tradición mexicana con tendencias globales. En un mercado donde el lujo ya no se mide solo por el precio, sino por la autenticidad y la historia, el “Spritz Mexicano” encuentra su espacio natural entre quienes valoran la calidad, la sustentabilidad y el diseño emocional.
Cirilo no busca seguir las reglas del champagne o del prosecco: las reinventa con alma mexicana. Es, como lo define su propia narrativa, “el arlequín entre la tradición y la sorpresa”, una personalidad líquida que celebra lo extraordinario.
Por ahora su distribución será selectiva: Palacio de Hierro, City Market, Liverpool y plataformas digitales como Amazon, antes de expandirse a Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y Medio Oriente.
Así, mientras el mundo mira hacia México por su cocina, su arte y su diseño, Cirilo Spritz Mexicano ofrece una nueva carta de presentación: la del tequila elevado al universo del glamour, donde cada burbuja cuenta una historia de innovación, identidad y celebración.
Cirilo no es solo otro tequila. Es México burbujeando hacia el futuro.
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